Somos lo que fuimos, fuimos lo que seremos.

Fuimos pichones de huevos distintos curtiendo ausencia por nuestros hogares, crecer a base de arrojo y de instinto porque te obligan por estos lugares, fuimos equipo de noble talante, siempre saqueando las risas ajenas, cuatro soldados de altura pequeña pero con templa y valor de gigante, fuimos rivales de fribolicentes, deseo impúber capricho de adulto, caras de perro en disputa de un césped que siente vida cuando besa el fulbo, y aunque el hambre merodeara en el palier, la violencia se advirtiera por doquier, y faltara alguna cosa menester decidimos ignorarlo pa' poder perfumarnos toda el alma de placer.  Fuimos de crudo a cocido a soplete, no hubo reloj que nos diera un segundo, para acoplar nuestras almas candentes para encontrarle la vuelta a este mundo pero de espíritu chanta pudimos siempre salirnos con nuestro genio que es preservar todo aquello que fuimos para burlar la perfidia del tiempo, y hoy gambeteamos las obligaciones que buscan darnos fuerte en los talones, porque de a cuatro tornamos sencillo doblegar al diablo y a todos sus dioses.

Y es difícil sostener que son mi paz, si a la guerra me he entregado en el afán de pintar de otro color lo que vendrá, yo les juro que ese día llegara, y lo obtenido sera de todos por igual.